Hoy en día, ayudar financieramente a nuestros padres (Honrar a padre y madre) se ha convertido más en un favor que en un deber. ¿Que dice la biblia?
Carlos y Susana decidieron pagar una de las universidades más costosas para su hija Camila. Para ello, hicieron una serie de sacrificios económicos entre los cuales se cuenta el error de endeudarse, lo que los llevó con el tiempo a tener que vender su casa para pagar dichas acreencias.
Años después, Camila termina su universidad e ingresa a la fuerza laboral. Sus padres, en medio de una apretada crisis económica esperan que su hija les apoye económicamente después de haberle pagado sus estudios hasta donde pudieron, pero lo que recibieron a cambio fue una pequeña mensualidad que apenas si alcanza para pagar algunas cosas, mientras ella gasta el resto de su salario en viajes y ropa costosa.
¿Está mal que Camila disfrute del fruto de su trabajo? No. ¿Podría Camila apoyar más a sus padres en los gastos de casa? Personalmente creo que sí y especialmente en tiempos de crisis, no sólo como agradecimiento por lo que sus padres hicieron, sino por el hecho mismo de ser sus padres.
Es triste ver a los hijos cuando al crecer, se olvidan de ayudar financieramente a sus padres o deciden recluirlos en un ancianato olvidándolos por completo. En los casos más extremos se pueden ver ancianos en las calles mendigando o siendo abandonados en hospitales o lugares de caridad a su suerte. En otras palabras, los hijos se están olvidando de honrar a sus padres.
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Por qué está sucediendo esto?
Creo que esto está sucediendo porque cada vez hay menos consciencia de la obligación que como hijos tenemos para con nuestros padres de amarlos, respetarlos, cuidarlos y proveer para sus necesidades, sin importar si ellos fueron buenos o malos padres.
Consciente que esto iba a suceder, Dios nos enseña en la biblia que debemos honrar a padre y madre, es decir, no sólo tenerlos en alta estima, respetarlos y tratarlos bien, sino además cuidarles y ayudarles económicamente. En Efesios 6:2 dice:
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“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, Para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra” – Efesios 6:2 –
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¿QUÉ NOS ENSEÑA ESTE PASAJE?
Primero que todo, este es un mandamiento, es decir, un deber mas no una sugerencia que Dios hace. Cuando hablamos de honrar a padre y madre estamos hablando de una orden directa de Dios, no un favor que le hacemos si queremos a nuestros padres. Por supuesto, esto es difícil de cumplir especialmente cuando hemos tenido padres irresponsables, maltratadores o ausentes, pero hacerlo traerá bendición para nuestra vida. Si Dios ha sido generoso y misericordioso con nosotros pese a nuestros errores, nosotros debemos serlo también con nuestros padres.
Segundo, de los diez mandamientos, este el único mandamiento que lleva consigo una promesa, es decir, un “premio” por llevarlo a cabo. Creo que algo especial debe significar este mandamiento para Dios para que él otorgue una promesa para quien lo cumpla.
Y tercero, dicha promesa de honrar a padre y madre hará que “nos vaya bien y disfrutemos de una larga vida en la tierra”.
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Esta promesa tiene dos partes. Analicemos cada una por separado:
“Para que te vaya bien”: Nota que Dios no especifica un área específica de nuestra vida en la que nos irá bien si cumplimos el mandato de honrar a padre y madre. ¿Quiere decir que Dios no es específico en que nos irá bien? No, al contrario. Creo que lo que Dios quiere decir es que incluye TODAS las áreas de nuestra vida, como nuestro hogar, nuestro trabajo, nuestros proyectos y hasta nuestras mismas finanzas. ¿Has visto personas que tienen “estrella” y todo les sale bien? Quizás muchos de ellos honran a padre y madre. ¿Te gustaría ser una de ellas?
“y disfrutes de una larga vida en la tierra”: Y no sólo todo nos saldrá bien sino que además Dios promete que gozaremos de buena salud y seguramente de buenos hijos que cuiden a su vez nuestra vejez.
No obstante, la principal motivación que nos debe mover a honrar a padre y madre debe ser nuestro amor hacia ellos. La promesa es una añadidura, una añadidura más que generosa que Dios entrega a sus hijos que cumplan este mandato.
Hay mayor bendición en dar que recibir, no sólo a nuestros padres sino a los demás. Recuerda la parábola del buen samaritano. La mayor satisfacción financiera que podemos tener es dar con generosidad a quién más lo necesita.
¿Quieres que tus finanzas prosperen? Quizás lo que te falta es honrar a tus padres con tu tiempo, respeto, amor y con tus propias finanzas. Si Dios lo promete, yo le creo. ¿Y tú?
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karen ortega says
Me encanto este articulo
Marlenis says
Hola, muy buenos consejos, Dios les bendiga ricamente
Fernando Fernandez says
Así sea!!
Muchas gracias y un abrazo!!
Abigail says
Lo acabo de leer con mi hija y fue de mucha bendición muchas gracias por compartir.
Fernando Fernandez says
¡Que bueno!
Espero que haya sido un aporte.
Un abrazo!!